Mármoles Puente siempre busca darle el mejor servicio por eso le daremos algunos consejos para el cuidado y mantenimiento de la piedra natural que decora el interior de su hogar, para que así, siempre mantenga su belleza y elegancia. Además, contamos con una gran variedad productos de la más alta calidad para su limpieza.

El Correcto Mantenimiento y Cuidados de la Piedra en Interiores:

La piedra está considerada como un material duro y resistente, y ello lleva a pensar muchas veces que apenas requiere mantenimiento. En este sentido, el sellado proporciona una importante barrera contra la acumulación de suciedad y prolonga la calidad del acabado. Esto resulta especialmente importante en el caso de las piedras calizas y areniscas, que son porosas y se manchan con facilidad si no se sellan La piedra ha de entenderse como una Inversión, de manera que realizar un mantenimiento correcto es sólo una cuestión de sentido común.

Todos los tipos de piedra, ya sea en suelos o para revestimientos, deben sellarse antes de aplicar la lechada para de este modo evitar posibles manchas durante la instalación. Una vez aplicada la lechada, la superficie final también debe sellarse (hasta tres capas en el caso de los tipos porosos, como la caliza y la arenisca).

La mayoría de Los proveedores cuentan con su propia marca de sellador.

Algunas superficies de trabajo ya se venden selladas. Es preciso renovar todos los senadores de forma periódica; consulte las instrucciones del fabricante.

Los tipos de piedra de textura con “agujeritos” o marcas, como ciertas calizas y en especial el travertino, se venden casi siempre reselladas o con los orificios tapados Con el tiempo, algunos de esos rellenos se pueden soltar y hay que sustituirlos.

En el caso de los suelos de piedra, el mantenimiento se limita a barrer o pasar la aspiradora de vez en cuando para eliminar la suciedad y el polvo, además de regar el suelo con agua y un detergente neutro.

Las superficies texturizadas requieren una limpieza más frecuente que las lisas o ijadas.

Evite pasar mopas por los suelos de piedra, ya que sólo sirven para depositar más suciedad sobre la superficie.

Si se vierte algún líquido en el suelo, hay que limpiarlo enseguida con un trapo húmedo, ya sea con agua o con aguarrás si se trata de grasa o aceite.

En el caso de los revestimientos de piedra basta con pasar la aspiradora de forma periódica, y las superficies de trabajo se mantienen limpias pasando simplemente un trapo húmedo.

Evite los productos limpiadores en polvo y los detergentes abrasivos. Algunos tipos de ácidos pueden decolorar la piedra Limpie inmediatamente las manchas de vino, zumo de limón, cola o vinagre.

Los aceites y las ceras para pulir también deben evitarse, ya que tienden a provocar la aparición de manchas.